Para Antorcha, el teatro es una herramienta política y educativa, afirma la directora de la Compañía Nacional de Teatro “Víctor Puebla”, Vania Mejía López. “No se utiliza para manipular a la gente, sino para sensibilizar y generar conciencia social. Muchas de las problemáticas que aparecen en escena —injusticia, explotación, pobreza, violencia, desigualdad, carencias en salud o educación— son las mismas que vive la población. El teatro permite que el público se vea reflejado y comprenda su realidad desde otra perspectiva”, afirma en entrevista durante la eliminatoria estatal de teatro que realizó el Movimiento Antorchista en Puebla, previo al Encuentro Nacional de Teatro que inicia este 28 de noviembre en Tecomatlán.
—¿Qué proyectos teatrales encabeza ahora?
Para el Encuentro Nacional de Teatro que va a comenzar, dirijo la puesta en escena de “Egmont”, escrita por Johann Wolfgang von Goethe pero en una adaptación del dramaturgo Friedrich Schiller, con la Compañía Nacional de Teatro “Víctor Puebla”. Esa es la puesta en escena que inaugura el evento. Paralelamente, con la Compañía Estatal de Puebla “Doctor Juan Manuel Celis Ponce” dirijo la puesta en escena “Doce hombres en pugna”, del dramaturgo estadounidense Reginald Rose. Esta última, concursa en la categoría semiprofesional, en donde la competencia es muy complicada porque las compañías concursantes que llegan de todo el país son muy buenas en trabajo de actuación y dirección.
Son dos proyectos diferentes, pero ambos muy vigentes en su mensaje y en su propuesta artística.
—“Egmont” es una obra con fuerte carga histórica. ¿Cuál es su mensaje?
La obra se desarrolla en el Siglo XVI, cuando los Países Bajos estaban bajo el dominio de España. En ese periodo, el rey Felipe II intensificó las presiones políticas, económicas y religiosas sobre la población neerlandesa. El personaje central, el Conde Egmont, es un héroe nacional que, tras servir fielmente a España, se rebela al ver la opresión contra su pueblo. Su oposición le cuesta la vida. Es una tragedia romántica que habla de libertad, dignidad y resistencia.
—¿Qué visión escénica están planteando en esta adaptación de “Egmont”?
Buscamos resaltar el conflicto entre la libertad y la tiranía, así como la figura ética de Egmont. Queremos que el público se identifique con la lucha de un hombre que, aun consciente del riesgo, se mantiene fiel a sus principios y a su pueblo.
—Cambiando de obra, ¿qué plantea “Doce hombres en pugna”?
La obra aborda la deliberación de un jurado que debe determinar si un joven de 18 años es culpable del asesinato de su padre. Ambientada en Estados Unidos en los años 50, muestra cómo los prejuicios raciales, económicos y sociales influyen en las decisiones de la justicia, en las decisiones de los hombres. Es un texto que cuestiona la idea de justicia y la manipulación de la verdad.
—¿Qué vigencia encuentra en estas obras frente al contexto político actual?
Son plenamente actuales. “Egmont” habla de la lucha por la libertad frente a potencias dominantes, una situación que vemos hoy en distintas regiones del mundo. “Doce hombres en pugna” retrata sistemas judiciales marcados por prejuicios y desigualdad, algo que sigue ocurriendo. Las grandes obras clásicas trascienden su época, porque abordan problemas humanos que persisten y que deben resolverse por la vía de cambios radicales en la forma de producción y, por lo tanto, en la forma de hacer política. En el tiempo en que se escribieron esas obras dramáticas, el sistema económico es el de explotación del hombre por el hombre. Eso persiste ahora. Antes, eso determinaba la forma de hacer política. Ahora sucede de la misma manera.
—¿Qué papel desempeña el teatro dentro del proyecto de Antorcha?
Para Antorcha, el teatro es una herramienta política y educativa. No se utiliza para manipular, sino para sensibilizar y generar conciencia social. Muchas de las problemáticas que aparecen en escena —injusticia, pobreza, violencia, desigualdad, carencias en salud o educación— son las mismas que vive la población. El teatro permite que el público se vea reflejado y comprenda su realidad desde otra perspectiva.
—Tras la eliminatoria estatal de teatro en Puebla, ¿qué impresión le deja el trabajo de los participantes?
Me voy profundamente conmovida. Ver a amas de casa, a obreros, a colonos o a personas mayores interpretando obras complejas es algo extraordinario. Muchos de ellos nunca habían hecho teatro, pero transmiten con gran fuerza los dolores y luchas del pueblo en escena.
Ese es el valor de este proyecto: demostrar que el arte no es exclusivo de las élites, sino un derecho del pueblo.
—¿Qué importancia tiene la categoría Amateur dentro del encuentro teatral?
Es fundamental porque ofrece a los jóvenes una alternativa cultural. Les abre un camino para desarrollar talento y disciplina, y los aleja de entornos de violencia, ocio o delincuencia. Les demuestra que el arte también es una forma de transformar su vida.
—¿Qué distingue al Encuentro Nacional de Teatro de Antorcha de otros festivales?
Es un evento gratuito y abierto al público, con alrededor de 40 montajes en escena. Además, se presentará en el Teatro “Aquiles Córdova Morán” de Tecomatlán, un espacio recién inaugurado y de gran calidad, que se compara a los mejores teatros de México por su capacidad en butacas y por la modernidad de las instalaciones. Pocas instituciones o colectivos ofrecen espectáculos así, sin costo, y con participación de grupos de todo el país, que incluyen a compañías semiprofesionales —algunas son profesionales—, así como grupos amateurs de estudiantes y una nueva categoría que es la Libre popular, en la que participan colonos, campesinos, trabajadores o comerciantes.
Invito a todos a asistir, a presenciar estas obras y a conocer el trabajo cultural que Antorcha impulsa. El teatro es una herramienta poderosa para comprender la realidad y para imaginar un mundo mejor. Ojalá todos puedan darse la oportunidad de vivirlo en el Encuentro Nacional de Teatro. Pero si no pueden ir a Tecomatlán, sepan que Antorcha organizará festivales o maratones de teatro en varios estados en los próximos meses, con entrada libre.
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