El Observatorio de Trabajo Digno, una iniciativa conjunta de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza y Data Cívica, presentó el pasado 18 de julio de 2025 el informe Salarios de pobreza y datos de precariedad laboral, el cual evidenció que en Jalisco 2 millones 100 mil personas que trabajan perciben ingresos de pobreza.
Los trabajadores no pueden elevar su nivel de vida nunca: viven mal, con un salario que sólo les alcanza para comer algo, descansar, reponer un poco sus fuerzas y volver a trabajar al siguiente día.
Esas dos millones cien mil jaliscienses representan el 65 % de la población económicamente activa y ocupada (PEA) en el estado, es decir siete de cada diez trabajadores de la PEA. Para clasificar que el ingreso está dentro de la pobreza laboral, el Observatorio identificó a las personas trabajadoras que tienen un sueldo mensual insuficiente para comprar dos canastas básicas por mes, es decir, que perciben menos de 9 mil 400 pesos.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) correspondiente al primer trimestre de 2025, en todo el país el 67 % de la PEA gana salarios de pobreza, 32 millones 900 mil personas. En Jalisco más de dos millones de personas tienen un ingreso laboral insuficiente para superar la pobreza, como describe el informe del Observatorio.
El informe también incluye indicadores de precariedad laboral, como no contar con seguridad social, contrato estable, afiliación sindical, prestaciones, tener subocupación, así como jornada excesiva, quinientas sesenta mil personas trabajan más de 48 horas a la semana, lo que representa el 15 % del total de la PEA en el estado.
Esto es una verdadera tragedia. Los trabajadores jaliscienses perciben ingresos de pobreza y esta situación puede perpetuarse de generación en generación, limitando las oportunidades de movilidad social y generando consecuencias devastadoras para las personas afectadas como el acceso a salud, educación, servicios básicos y las oportunidades de desarrollo de las personas y sus familias.
El Observatorio Acción Ciudadana Frente a la Pobreza advierte que el trabajo en México se convierte en una fábrica de pobreza para millones de personas y ningún programa social puede sustituir al trabajo como la puerta de salida de la pobreza.
Pero el problema de los ingresos de hambre no puede resolverse en tanto no se cambie el modelo económico neoliberal, la expresión más brutal del capitalismo, en el que los medios de producción, es decir de las fábricas, las tierras, entre otras, son propiedad de los dueños del dinero, mientras que millones de seres humanos no tienen nada, solo su fuerza de trabajo y, para sobrevivir, tienen que ir a trabajar a alguna empresa, sea mediana o grande, por un salario que, en efecto, nunca los sacará de la pobreza.
En el capitalismo, el monto del salario del obrero está determinado por la cantidad mínima de satisfactores que el trabajador necesita para vivir, para sostener a su familia, para criar y hacer que crezcan sus hijos, que en el futuro serán los obreros de los patrones. Esos gastos fundamentales del obrero y su familia tienen un costo y ese costo sumado es el monto del salario del obrero.
Así calculan los capitalistas el salario del trabajador, quienes siempre procuran quedarse con el máximo de ganancia. Por eso los trabajadores no pueden elevar su nivel de vida nunca: viven mal, con muchas carencias, pues reciben un salario que solo les alcanza para comer algo y no lo necesario, descansar, reponer un poco sus fuerzas y poder volver a trabajar al siguiente día.
Por lo que la clase trabajadora de Jalisco y de México debe conocer su realidad. Tienen que organizarse y educarse, construir una fuerza social, conformada por millones de trabajadores organizados y educados, que sea capaz de romper la cadena de miseria, trabajo monótono, salarios de pobreza y los abusos por parte de los patrones y el gobierno, para así crear mejores condiciones de vida para las generaciones venideras y heredarles un mundo mejor.
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