En la Feria 2025, más de 100 creadoras exhibieron piezas en chaquira, hilo y estambre; trabajo que genera ingreso familiar y preserva el oficio entre generaciones
Huitzilan de Serdán, Pue. Puntadas que representan años de trabajo, hilos que tejen patrones inspirados en la naturaleza y que son la forma de representar la belleza del pueblo huitzilteco.
Es parte de su cultura el bordado en chaquira, hilo y estambre; embellece la vestimenta y da color a la vida de la mujer huitzilteca. Desde hace años, las manos artesanas de las indígenas huitziltecas trabajan el bordado y el telar de cintura, para elaborar blusas, chalinas, fajas y rebozos: una tradición ancestral.
En entrevista, Manuela Gravioto, quien aprendió a bordar gracias a su mamá, dio a conocer que los bordados son una actividad, además de artística, que les permite generar recursos para el sustento de sus familias.
“Dentro de los jóvenes hay a quienes les gusta y hay otras a las que les da pena; dicen que si acaso son viejas para que hagan este tipo de bordados, pero no saben porqué lo hacemos: para obtener un poco de recurso y ayudarnos con nuestros gastos”, expresó.
Por ello, dedica medio día a la actividad, pues además tiene las labores del hogar; sin embargo, le gusta trabajar en una de las tradiciones más bonitas de su municipio.
Doña Manuela Gravioto se presentó en el encuentro de bordados que se llevó a cabo durante la Feria Huitzilan de Serdán 2025, evento que reunió a más de 100 artesanas, quienes mostraron su talento a la hora de reflejar en un bordado o en el tejido la naturaleza, la realidad que las rodea.
Por ello dijo: “yo me presento a este tipo de actividades, porque es para mostrarle al pueblo lo que hacemos, el trabajo que sabemos hacer”.
El ayuntamiento antorchista de Huitzilan de Serdán es impulsor de dichas actividades para que se conserven de generación en generación, ya que son identidad cultural que permite el intercambio de conocimientos entre manos artesanas.
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