*Con arte, estudiantes revelan la fragilidad del orden jurídico
Tecomatlán, Puebla. Con una crítica de Arthur Miller a la lógica inquisitorial del anticomunismo estadounidense, a través de la puesta en escena “Las brujas de Salem”, a cargo del Centro Universitario Tlacaélel, arrancó el segundo día del Encuentro Nacional de Teatro que organiza Antorcha en Tecomatlán, en la categoría “Amateur”, teniendo como foro el auditorio municipal “Prof. Clara Córdova Morán”.
Esta obra fue concebida en el umbral de la década de 1950, en pleno ascenso de la Guerra Fría y en medio del ambiente persecutorio alimentado por el macartismo en la que Miller, lejos de limitarse a una reconstrucción histórica, transforma el episodio de Salem en una crítica estructural a los mecanismos sociopolíticos de la delación, la paranoia colectiva y la instrumentalización del miedo.
La obra sitúa su acción en 1692, en una comunidad puritana regida por una estricta teocracia cuya vida cotidiana se encuentra profundamente marcada por la vigilancia moral y la represión de los afectos. El detonante dramático ocurre cuando el reverendo Parris sorprende a un grupo de jóvenes danzando en el bosque bajo la guía de Tituba. Ante la inminente sanción social, Abigail Williams -figura de compleja ambigüedad moral-manipula
la credulidad del reverendo Hale y transforma un acto transgresor en una supuesta irrupción demoníaca.
El dramaturgo desmonta con precisión cómo la estructura judicial -supuestamente garante de verdad y justicia- cede ante la presión social, otorgando legitimidad a testimonios falaces, prejuicios sexistas y rivalidades personales y revela la vulnerabilidad de las
instituciones frente al pánico, así como la propensión al sacrificio de inocentes bajo el amparo de una moralidad absolutista.
En este sentido, “Las brujas de Salem” permanece como una pieza dramática de inagotable pertinencia: una advertencia literaria y política sobre la fragilidad del orden jurídico en tiempos de miedo, y un recordatorio de que toda comunidad, al perder sus referentes éticos, está en riesgo de producir nuevas cacerías de brujas.
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