Hablar del deporte en México es hablar de una desigualdad tan profunda que ya ni siquiera sorprende, puesto que hablamos de un país donde el Estado invierte menos del 0.1 % del PIB en la promoción deportiva. La práctica física dejó de ser un bien común para convertirse en un lujo reservado a quienes pueden pagar tarifas privadas.
La desigualdad económica lo agrava todo, pues 58.1 % de los trabajadores oaxaqueños no puede comprar la canasta alimentaria con su salario; entonces, ¿cómo imaginar que puedan pagar clubes privados o aspirar a ligas de alto rendimiento?
Esto realmente preocupa, porque más allá de ser datos estadísticos, en el día a día podemos ver canchas abandonadas, unidades deportivas a medio construir, espacios sin entrenadores ni mantenimiento, lo que trae como consecuencia que los clubes privados florezcan ofreciendo lo que debería garantizar el Estado: instalaciones dignas, entrenadores capacitados y procesos de formación.
Pero lo hacen a precios que van desde los mil 500 hasta los 8 mil pesos mensuales, sin contar uniformes, inscripciones y material. Y, aun así, millones de familias aceptan resignadas la ecuación perversa: si quieres calidad, págala.
En tanto, en Oaxaca se refleja de forma dolorosa este panorama nacional, aunque se presuma el incremento de medallas en los Juegos Nacionales Conade 2025 y una infraestructura en crecimiento, lo cierto es que vastas comunidades —donde florecen disciplinas como el atletismo, la lucha libre, el surf o la pelota mixteca— siguen sin contar con instalaciones dignas.
Y algo que no podemos pasar desapercibido es que la desigualdad económica lo agrava todo, pues 58.1 % de los trabajadores oaxaqueños no puede comprar la canasta alimentaria con su salario; entonces, ¿cómo imaginar que puedan pagar clubes privados o aspirar a ligas de alto rendimiento?
En medio de este escenario, el proyecto deportivo de Antorcha propone una ruta distinta: recuperar el deporte como herramienta de organización social y de formación integral, no sólo como entretenimiento o competencia, sino como un proceso educativo capaz de enfrentar problemas que van desde la pobreza hasta la inseguridad, como ha planteado el maestro Aquiles Córdova Morán; no basta analizar la realidad, hay que transformarla desde la práctica, regresar a los pueblos, promover el deporte y formar al mexicano crítico, solidario y consciente.
En un tiempo en que la juventud es acosada por adicciones, apatía y violencia, pensar el deporte como política social es más urgente que nunca porque sólo así podremos forjar al hombre nuevo: recio, inteligente, culto, progresista y patriota.
Con ese espíritu, se invita a deportistas, simpatizantes y antorchistas a participar en las eliminatorias estatales que se desarrollarán en el Polideportivo Aquiles Córdova y en las instalaciones de la PLC, en la ciudad de Oaxaca, los días 24 y 25 de enero del 2026, la eliminatoria estatal de voleibol y la de basquetbol, los días 7 y 8 de febrero, en las categorías Infantil, Juvenil A, Juvenil B, Juvenil C y Libre; donde se elegirán a los equipos que representarán a nuestro estado en la justa deportiva no gubernamental más grande y de gran competitividad, la Espartaqueada Deportiva Nacional. ¡Inscríbanse, los esperamos! ¡Antorcha es deporte!
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