 
                        El Movimiento Antorchista en Yucatán, cumplió 25 años de impulsar proyectos de desarrollo, gestión de servicios básicos y formación política en comunidades rurales y urbanas. Durante más de dos décadas, Antorcha trabaja en favor de los sectores más necesitados, promoviendo la organización popular, la educación, la cultura y el deporte como herramientas de transformación social. En este sentido, la dirigente de Antorcha en el estado, Aleida Ramírez Huerta, compartió su visión sobre los orígenes, logros, desafíos y metas del antorchismo que hoy celebra un cuarto de siglo de lucha y compromiso con el pueblo yucateco.

¿Cómo es que Antorcha se consolida en Yucatán?
El trabajo de Antorcha en Yucatán comenzó en el año 2000, como resultado de la inquietud de los ciudadanos del municipio de Yaxcabá, quienes buscaban crear una escuela preparatoria. A partir de esa primera gestión, la organización fue creciendo hasta tener presencia en 25 municipios del estado.
Podemos decir que Antorcha nació en Yaxcabá, concretamente en la comunidad de Tiholop, y se extendió a localidades vecinas como Santos Marcos y Tinuncah. En el centro del estado, su trabajo inició en Kanasín, en colonias como San Camilo y Pedregales, donde años más tarde se fundó la colonia Unión Antorchista.

¿Cómo ha trabajado el Movimiento Antorchista con las colonias y los pueblos?
Nuestro trabajo en las colonias populares de la capital y en municipios como Kanasín se ha enfocado principalmente en la lucha por los servicios básicos: energía eléctrica, agua potable, pavimentación de calles, alumbrado público y seguridad.
Un ejemplo claro es la colonia Plan de Ayala Sur III, donde 227 familias lograron obtener un lote gracias a la gestión de Antorcha. Hoy, esa colonia cuenta con todos los servicios e incluso con un espacio para actividades culturales, lo que demuestra que la organización da resultados concretos a las familias trabajadoras.
A lo largo de estos 25 años, ¿cómo ha sido el avance de la organización en el Estado?
El avance ha sido positivo, aunque con dificultades, porque las necesidades de la gente son muchas. En el ámbito rural, las principales demandas han sido mejoramiento de caminos saca-cosechas, entrega de herramientas, semillas y fertilizantes.

En el ámbito urbano, las gestiones se han centrado en la dotación de lotes y viviendas dignas. Podemos afirmar que más de tres mil familias han recibido un espacio donde vivir gracias a las gestiones de la organización ante las diferentes instancias de gobierno. Nada de esto hubiera sido posible sin la unidad y organización del pueblo antorchista.
Con el actual gobierno federal morenista, ¿se ha frenado la gestión para los yucatecos?
Es cierto que el actual gobierno ha puesto un freno a la gestión de obras y servicios, lo que ha generado preocupación y confusión en la gente, haciéndoles creer que ya no es necesario organizarse. Pero la realidad ha demostrado lo contrario: aun cuando las personas intentan resolver sus problemas de forma individual, no obtienen respuesta.
Por eso Antorcha sigue siendo necesaria. La gente se ha dado cuenta de que sus necesidades —una calle pavimentada, un camino, alumbrado o vivienda— sólo se resuelven con organización y lucha popular, no con promesas ni discursos oficiales.

A pesar de los obstáculos, ¿Antorcha ha seguido trabajando con la gente?
Sí, seguimos trabajando en las colonias y comunidades, orientando y organizando al pueblo. Aunque hemos animado a la gente a gestionar por su cuenta, la falta de resultados demuestra que la organización es indispensable, especialmente para los más pobres.
Antorcha continúa encabezando las luchas por las demandas más urgentes del pueblo, que no son inventadas por nosotros, sino necesidades reales que la gente expresa día a día.
Antorcha también promueve la educación, la cultura y el deporte. ¿Por qué son tan importantes para ustedes?
Porque creemos que no basta con resolver las necesidades materiales; también debemos elevar el nivel cultural, moral y espiritual del pueblo. En años anteriores logramos gestionar recursos para la construcción de casas de cultura en Yaxcabá, Tzucacab, Tizimín y en la colonia Plan de Ayala Sur de Mérida, así como la rehabilitación de un edificio histórico en Espita, que hoy es un espacio digno para actividades artísticas.

También hemos impulsado el deporte y la práctica del folclor, la declamación, la música y el teatro, porque estamos convencidos de que la cultura transforma al ser humano y ayuda a combatir la violencia y la descomposición social.
¿Qué desafíos políticos ha enfrentado el antorchismo en Yucatán?
Los desafíos son grandes, sobre todo porque los gobiernos actuales han cerrado las puertas al diálogo con las organizaciones sociales. Dicen que no hay trato con “intermediarios”, pero eso sólo ha dificultado que el pueblo tenga acceso a soluciones.
Aun así, Antorcha ha demostrado que su gestión no es para los líderes, sino para el pueblo, y que todo lo que se ha conseguido ha sido fruto del esfuerzo colectivo y de la convicción de que sólo unidos y organizados, los pobres pueden mejorar su vida.
Los desafíos que Antorcha tiene es organizar a la gente, educarla y decirles que propiamente ellos como pueblo organizado pueden resolver sus necesidades, porque es el pueblo quien tiene que ir con la autoridad, tiene que manifestar su necesidad y demostrar que son ellos los que necesitan de la solución.

Platíquenos, ¿cuáles serían las metas del antorchismo para los próximos años?
Nuestras metas es seguir trabajando, acrecentar nuestro movimiento; nosotros pensamos que la consigna de Antorcha con la cual nació que fue luchar contra la pobreza, eso es lo que estamos haciendo pero desgraciadamente la pobreza avanza más rápido que nosotros en ese sentido, el reto de Antorcha es crecer, consolidarse aquí como una organización social, capaz de defender a los más pobres del Estado.
Respecto al aniversario, ¿qué representa para el antorchismo festejar 25 años?
Celebrar 25 años de lucha, de trabajo, para el Movimiento Antorchista representa mucho porque de alguna manera porque en el transcurso que hemos tenido, hemos podido ayudar y coadyuvar a que las demandas de la gente se resuelvan. Considero que ver hacia atrás y lo que hemos hecho es correcto y ver que la gente no olvide que todo lo que se ha hecho y se ha logrado, es producto del trabajo de la organización.

25 años se dice poco, fácil pero la verdad que para lo que nosotros hemos hecho, representa un paso importante y por ello seguimos llamando a la gente humilde de Yucatán, a que se sume a nuestras filas y a continuar trabajando por lo que a ellos les falta en el ámbito material pero también en otros aspectos que también son indispensables como la cultura y el deporte.
A 25 años de su fundación en Yucatán, el Movimiento Antorchista mantiene viva su convicción de que la organización y la educación del pueblo son la base de toda transformación social. Este aniversario no solo representa la celebración de una historia de lucha, sino también la renovación de un proyecto que busca dignificar la vida de miles de yucatecos.
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