MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Jalisco enfrenta precariedad laboral, desempleo e informalidad

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Mientras la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo presume la baja en pobreza laboral, el aumento histórico del salario mínimo y el incremento de vacaciones, con la promesa de reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas, en Jalisco millones de trabajadores enfrentan condiciones laborales difíciles, incluyendo bajos salarios y jornadas extensas.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi, que proporciona información sobre el mercado laboral mexicano, en el primer trimestre de 2025 la Población Económicamente Activa (PEA) en Jalisco es de 4 millones de personas.

La informalidad laboral en Jalisco afecta a casi la mitad de su población trabajadora, con jornadas extenuantes, bajos ingresos y ausencia de seguridad social.

Según la ENOE, en Jalisco el 48.5 % de la PEA trabaja en micronegocios que se consideran informales; es decir, aproximadamente la mitad de los jaliscienses tiene empleo informal. En números absolutos, 1 millón 940 mil personas trabajan en la agricultura, la construcción, los servicios domésticos, el comercio ambulante y en micro y pequeñas empresas.

Investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG) afirman que los trabajadores informales de Jalisco carecen de seguridad social y enfrentan precariedad en las condiciones de trabajo al percibir bajos salarios. Asimismo, tienen largas y extenuantes jornadas laborales e incertidumbre económica.

Además, la ENOE revela que el 22 % de la población ocupada de Jalisco tiene un empleo precario y concluye que la tasa de condiciones críticas de ocupación (TCCO) es del 22 %. 

Según el Inegi, dicho indicador establece las condiciones inadecuadas de empleo desde el punto de vista del tiempo de trabajo, los ingresos o una combinación insatisfactoria de ambos, y resulta particularmente sensible en algunas áreas del país, como en el medio rural.

El Inegi reporta que en Jalisco la tasa de desempleo en el primer trimestre de 2025 es de 1.22 %, menor a la media nacional del 2.5 %. Pero es necesario acabar no sólo con el desempleo, sino también con el trabajo informal. 

Especialistas señalan que la informalidad es síntoma de baja productividad y de poco desarrollo económico, y es común que esté asociada con el desempleo, el ambulantaje, la falta de tecnología y la carencia de seguridad social, así como con efectos negativos en la recaudación fiscal.

De igual manera, diversas entidades, tanto gubernamentales como organizaciones sociales, advierten que trabajar en condiciones difíciles puede tener varias consecuencias negativas en la entidad y en el país, incluyendo disminución de la productividad, aumento del ausentismo y la rotación de personal, y problemas de salud mental.

Además, las malas condiciones laborales pueden llevar a un aumento de la inseguridad y accidentes en el trabajo, así como a una mayor insatisfacción laboral y estrés, afectando la vida personal y familiar de los trabajadores.

En conclusión, Jalisco enfrenta precariedad, bajos salarios y condiciones laborales difíciles. Pero los trabajadores jaliscienses y del país deben entender que la solución no es fácil.

Hasta el momento, no todos los mexicanos en edad de trabajar pueden hacerlo, porque no hay empleos suficientes y bien pagados; a quienes piden trabajo el gobierno y los empresarios los ven como limosneros y no como productores de riqueza.

Lo que se requiere es que el pueblo de México se organice, se eduque y se levante, que tome en sus manos el poder político del país y haga una maravilla: construya una patria más próspera y justa, en donde todos los mexicanos que quieran y puedan trabajar tengan empleos bien pagados, seguridad social y óptimas condiciones laborales.

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