Como si fuera moda, hoy se habla y se hace hasta “tendencia” con “trends” sobre la pobreza, tratando de endulzar esta situación que no es nada bueno para millones de personas que la padecen; pero al maquillarla o simplemente con declarar que se ha acabado, ésta no desaparecerá por el simple hecho de que persiste.
En días anteriores el Gobierno de México que encabeza Claudia Sheinbaum Pardo señaló la reducción de la pobreza en México y en Yucatán salieron 500 personas salieron de esta condición. En la entidad se señala que fue una reducción en seis años, pero si analizamos, son años donde no tuvo injerencia el gobierno de Morena y sus programas de tarjetas.
Por lo que queda que Morena poco o nada aportó en la entidad para reducir la pobreza y queda constatado que sus programas de transferencia monetaria no han ayudado para sacar de la pobreza a los mexicanos.
Recientemente el periódico Novedades de Yucatán, en su edición del jueves 4 de septiembre, señaló que en la capital, Mérida, la pobreza por ingresos disminuyó. “La capital de Yucatán se ubica en el noveno lugar, a nivel nacional, como ciudad con menor porcentaje de población con ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria”, señaló el Índice de Pobreza Laboral elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 39 ciudades del país.
Dicha medición corresponde al segundo trimestre de este 2025, indica que Mérida se posiciona en el noveno lugar como ciudad con menor porcentaje de población con ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria con 19 por ciento, cifra inferior al dato nacional de 35.1 por ciento, señala el informe.
La nota de Novedades Yucatán señala que “el levantamiento indica que al hacer un comparativo anual, Mérida presentó un decremento de -2.3 puntos porcentuales en pobreza laboral, al pasar de 21.3 por ciento, durante el mismo período de 2024, a 19 por ciento en este segundo trimestre de 2025, decremento que contrasta al incremento nacional de 0.1 puntos porcentuales y con el que ocupa el décimo lugar con menor crecimiento anual.
Aunque si bien las estadísticas sobre pobreza laboral son un indicador de corto plazo que se asocia al Índice de la Tendencia Laboral de Pobreza (ITLP), el cual mide el porcentaje de la población cuyo ingreso laboral per cápita es insuficiente para adquirir la canasta básica.
Si sólo consideramos la pobreza por el nivel de ingresos, sin considerar las carencias sociales, vamos a ver que hay reducción, pero sólo al fragmentarla y ver sólo un aspecto, se ve la reducción; el Inegi señala que se tiene que entre 2022 y 2024, el porcentaje de la población con un ingreso inferior a la Línea de Pobreza por Ingresos, valor monetario de la canasta alimentaria más la canasta no alimentaria, pasó de 43.5 por ciento a 35.4 por ciento, es decir, el número de personas en esta situación pasó de 56.1 a 46.0 millones, sólo así este aspecto, se ve la “reducción”.
Pero las carencias y la pobreza no se debe ver de manera fragmentada, porque al hacerlo, nos da justamente esto, una perspectiva equivocada de la realidad de cómo viven millones de mexicanos y en este caso los 995 mil 129 personas de acuerdo al censo poblacional del Inegi.
Si uno se emerge en las entrañas de Mérida, la situación no sólo corresponde a la pobreza por ingreso sino a la falta de oportunidades, de servicios públicos, de vivienda que con una tarjeta no da solución a esta pobreza que padecen los yucatecos meridianos.
En el sur de Mérida persiste la pobreza y se ve a simple vista, donde las familias viven de manera hacinada, en casas con materiales endebles y sin oportunidad de tener una mejor calidad de vida, no porque ellos no quieran sino por la marginación y el rezago en que los ha orillado este sistema capitalista tan desigual.
Pero, como siempre, el pueblo tiene en sus manos la solución y es luchar contra este estado de cosas que lo lleven a conseguir una vida más plena, sin pobreza (de todos tipos) y sin desigualdad, ejemplos de que se puede hay de sobra pero el más impactante es que hizo China, que sin maquillar cifras acabó con la pobreza extrema, algo que pocos o ningún país ha hecho, entre ellos México, a pesar de tener un gobierno que se dice de “izquierda”.
Compañero, querido lector, la pobreza se puede acabar, sí pero sólo lo puede hacer el pueblo organizado, educado, porque somos justamente nosotros quien la vivimos, la padecemos de carne propia y ya está demostrado que ningún gobierno por más que se declare del pueblo, cambiará esta situación. Es hora que el pueblo forme su partido político y tome el poder político del país, de no hacerlo, seguiremos en esta situación donde se maquillan los datos.
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