Productores amagan con bloqueos de carreteras por falta de apoyo gubernamental
Ciudad Victoria, Tamps. La sequía en Tamaulipas se ha prolongado durante este año y está afectando de manera significativa a toda la población; sin embargo, como siempre, los más afectados son los más pobres. Debido a la falta de lluvias se han encarecido los costos de varios productos agrícolas, así como el consumo de agua potable.
Estos efectos se sienten con mayor fuerza en al menos dieciocho municipios de la frontera, el Altiplano, el sur y el norte del estado. El impacto está agravando las pérdidas en los cultivos y el desabasto de agua para consumo humano.
Los municipios con mayor afectación por la sequía son Nuevo Laredo, Guerrero, Méndez, San Fernando, Reynosa, Río Bravo y Valle Hermoso. En tanto, Mier, Miguel Alemán, Camargo y Gustavo Díaz Ordaz enfrentan una sequía moderada. Debido a esta situación, las presas internacionales La Amistad y Falcón se encuentran en alerta roja, según el semáforo del agua.
Desde hace más de diez años la sequía en el estado se ha intensificado progresivamente. La falta de lluvias ha provocado una disminución crítica en los niveles de presas, ríos y pozos, lo cual perjudica a miles de familias tamaulipecas.
Raúl Quiroga Álvarez, titular de la Secretaría de Recursos Hidráulicos, explicó que las cuencas del río Bravo no generan agua en Tamaulipas.
“Al igual que los texanos, vivimos de los escurrimientos de la parte alta y media de las cuencas; nosotros no tenemos un río que nazca en Tamaulipas”, señaló. También puntualizó que el cumplimiento del tratado de aguas con Estados Unidos es un tema que compete a la federación y no al estado.
“Entiendo que se están teniendo reuniones; están participando personal de límites y aguas de los dos países. No tenemos mucho que aportar, pues los grandes aportadores de agua al río Bravo son Chihuahua”, añadió.
La falta de infraestructura para almacenar agua es uno de los desafíos más importantes tanto para el Gobierno federal como para el estatal. En la zona sur del estado, más de 3 mil millones de metros cúbicos de agua llegan al mar por falta de capacidad de almacenamiento. El reto para el actual gobierno es complejo, pero no imposible.
Desde la llegada de la Cuarta Transformación al poder no se han realizado inversiones significativas para combatir la escasez de agua. Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador no se invirtió en obras que beneficiaran a los más pobres, y actualmente la presidenta Claudia Sheinbaum sigue los mismos pasos. El gobierno estatal, por su parte, se escuda en que estos temas son responsabilidad de la federación.
El gobernador Américo Villarreal Anaya y el director general de la Conagua, Efraín Morales López, anunciaron en rueda de prensa una inversión cercana a los 10 mil millones de pesos en diversas obras y acciones para el estado.
Sin embargo, Eduardo Manzur Manzur, presidente de la Canaco, criticó duramente la falta de resultados. Señaló que este problema no es nuevo y que cada año se agrava, mientras que desde hace quince años el gobierno federal recibe concesiones por más de 300 millones de pesos sin reintegrar nada a las zonas afectadas: “Todo se queda en buenas intenciones; no hay un programa ni proyectos serios para solucionar tan grave problema que afecta a los tamaulipecos”, afirmó.
Tamaulipas, uno de los principales estados agrícolas del país, atraviesa una grave crisis en la producción de sorgo, maíz y trigo cristalino. Con la escasez de agua, apenas se logran obtener 700 kilos por hectárea, el nivel más bajo al menos desde 2017.
Esta situación afecta un millón 446 mil 116 hectáreas de superficie sembrada, cuyo principal cultivo es el sorgo, que representa casi el 70 % de la producción, lo que convierte a Tamaulipas en el mayor productor nacional.
Gabriel Armendáriz, presidente del Catorceavo Comité Campesino, indicó que hace algunos meses la tonelada de sorgo se vendía en 4 mil 800 pesos, mientras que actualmente ha bajado a 3 mil 700. Recordó que el precio se define en la bolsa de valores internacional, según la oferta y la demanda.
En Reynosa hay cerca de 35 mil hectáreas sembradas con sorgo, pero los campesinos afirman que el precio ha bajado tanto que ya no obtienen ganancias. “Si acaso logramos sacar la inversión que hicimos”, señaló Armendáriz.
También advirtió que, si no hay solución por parte de las autoridades en cuanto a apoyos y precios de garantía, realizarán bloqueos de carreteras.
“El año pasado, para que nos calláramos un poquito el pico, el gobierno nos prometió mil millones de pesos, pero no tuvimos nada de eso. Lo prometieron para que ya no hiciéramos más bloqueos, pero a la fecha no hemos tenido ninguna solución de eso, ningún resultado”.
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