Tecomatlán, Puebla. Con una ovación plena del público y un mensaje profundo sobre la dignidad del trabajador, se presentó este sábado la puesta en escena “Tierra roja” a cargo del seccional Puebla Centro del Movimiento Antorchista que participó en la categoría Libre, obrero, campesino y popular, en el segundo día del XXIV Encuentro Nacional de Teatro.
La obra se inspira en los hechos ocurridos en las minas de Río Tinto, en España, donde trabajadores envejecidos fueron despedidos sin prestaciones ni vivienda. Un retrato fiel de la explotación capitalista que persiste hasta nuestros días y que el teatro popular convierte en denuncia desde el escenario.
Entre el elenco, destacó la interpretación de José Ricardo Sosa González, artesano de oficio y militante antorchista desde hace más de 30 años, quien dio vida a Pedro, un minero expulsado de su casa tras ser jubilado injustamente.
“Soy Pedro, un viejo minero que llegó muy joven a este lugar. Me jubilan sin ninguna prestación y también me quitan la casa. No tengo dónde irme con mi esposa y mi hija. La compañía minera no se hace cargo de nada: lo corren a uno, lo desechan”, explicó el actor.
Sosa compartió que el personaje revive en él la historia de miles de trabajadores abandonados por las empresas: “El muchacho nuevo que llega a la mina aviva mis ánimos porque cuando era joven también quise pelear con los ingleses, pero nadie me apoyó. Ahora vuelvo a sentir fuerza, aunque el miedo regresa y terminan matándonos. Es una historia fuerte, pero real”, relata.
Para el actor, subir al escenario significó más que una experiencia artística: “Es algo indescriptible, una alegría muy grande. Los que hemos pertenecido a Antorcha sabemos la causa, lo que la organización quiere para el pueblo. Me emociona poder representar algo que motive a otras personas; que vean el teatro como una experiencia inolvidable y fabulosa, que los anime a luchar por mejores salarios y prestaciones, por una vida digna”, agregó.
La directora de la obra, Valentina Galicia Hernández, recordó que este montaje demuestra que el teatro antorchista no es entretenimiento vacío, sino una herramienta de conciencia: “Para que una huelga no fracase necesita una idea política. El teatro forma, organiza y despierta la inteligencia del pueblo.”
La categoría Libre, obrero, campesino y popular, integrada por trabajadores, amas de casa y adultos mayores, dejó claro que el arte es un derecho del pueblo, y que la lucha obrera puede —y debe— contarse desde el escenario para impulsar a las nuevas generaciones a continuarla.
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